EEUU es, por ahora, la mayor potencia de refino del mundo. Washington tiene hasta cinco refinerías que son capaces de producir más de 500.000 barriles de derivados cada día. Además, el país cuenta con una larga lista de centro de refino más pequeño que permiten a EEUU tener una capacidad de refino de 18 millones de barriles diarios. Se puede decir que EEUU es una auténtica potencia energética, gracias a su producción interna de petróleo, energía nuclear, el propio refino, etc. Sin embargo, como viene ocurriendo en estos últimos años, el fuerte crecimiento de China está provocando un cambio cada vez más evidente en el dominio de muchos sectores y ramas de la economía… y el refino no es una excepción. China tiene un plan para amenazar el dominio de EEUU como la mayor ‘refinería’ del mundo.
Con los datos de 2023, EEUU es todavía la mayor ‘refinería’ del mundo, tanto por capacidad de refino como por producción de productos derivados. Según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía, EEUU produjo en 2023 alrededor de 15,5 millones de barriles de productos refinados, frente a los 15 millones de barriles de China. En cuanto a la capacidad (lo que producirían las refinerías si estuvieran al 100% de su utilización), EEUU puede producir casi 18 millones de barriles diarios de derivados, frente a los 17,3 millones de China. Estos estrechos márgenes entre ambas potencias podrían darse la vuelta este mismo año.
El plan de China toma forma
China lleva varios meses importando cantidades ingentes de petróleo, lo que ha generado cierta controversia y especulaciones entre analistas y medios de comunicación. Una de las posibles explicaciones a este fenómeno argumentaba que China podría estar acumulando petróleo para incrementar sus exportaciones de derivados (gasolina, diésel, fuel para aviones…) al resto del mundo, aprovechando que la capacidad de refino mundial se encuentra relativamente constreñida por las normativas medioambientales en Occidente (las petroleras no se atreven a invertir en generar capacidad adicional de refino ante la ‘inseguridad jurídica’ a la que se enfrenta el sector en los países avanzados).
Esta es la teoría que barajan los economistas de Fitch Solutions, que creen que China estaría trabajando para aprovechar ese ‘vacío’, incrementar su capacidad de refino y ganar cuota de mercado en las exportaciones mundiales de derivados del petróleo. China lo tiene claro: no tenemos suficiente petróleo para exportar, pero sí podemos comprarlo, procesarlo (generando valor añadido) y venderlo al resto del mundo.
«Esperamos que las importaciones de petróleo crudo de China en 2024 aumenten a medida que el gobierno incrementa las cuotas de importación para las refinerías privadas. En enero de 2024, el gobierno chino emitió cuotas de importación de petróleo crudo para todo el año para refinerías privadas por primera vez desde que se introdujo el sistema de cuotas en 2015», aseguran desde Fitch. Esto ha sido clave, puesto que permite a las refinerías planificar su producción y trabajo con mayor certeza. Antes, las cuotas iban cambiando cada poco tiempo. Además, en 2022 y 2023, por ejemplo, las cuotas fueron un problema que impedían a China usar su capacidad para alimentar al mundo de diésel y gasolina, lo que estuvo a punto de generar una crisis energética mayor.
La decisión de aumentar las cuotas de importación para las refinerías privadas podría estar relacionada con la amplia oferta de crudos rusos con descuento. Sin embargo, sigue siendo un misterio cuánto importarán las refinerías estatales en 2024. Las refinerías estatales, que tienen más libertad para importar, ya sea con fines de procesamiento, almacenamiento o comercialización, y podrían ajustar los volúmenes de importación dependiendo de los precios del petróleo crudo y el consumo interno de combustible», advierten desde Fitch.
Estos expertos aseguran que China está incrementando la capacidad de refino, por lo que prevén que las importaciones de crudo sigan siendo fuertes en el corto y medio plazo. «Se espera que la capacidad total de refino de China aumente a 18 millones de barriles diarios (b/d) en 2024, ya que está previsto poner en marcha una serie de proyectos de refinería clave», aseguran desde Fitch.
Se espera que el segundo proyecto Sinopec para ampliar la refinería de Zhenhai esté terminado en 2024. La capacidad de destilación de crudo de la refinería de Zhenhai se elevará a 840.000 b/d después de dos ampliaciones sucesivas. La lista es larga, aunque en términos netos no es tan abrumadora como parece, puesto que algunas ampliaciones se corresponden con los cierres de algunas terminales más antiguas.
También hay que destacar que el complejo petroquímico y de refino integrado de Yulong Petrochemical en la provincia de Shandong comenzará también sus operaciones comerciales en diciembre de 2024. El proyecto tiene una capacidad diseñada de destilación de crudo de 400.000 b/d. En marzo de 2023, Huajin Aramco Petrochemical anunció su plan para comenzar la construcción del complejo petroquímico y de refinación integrado en Panjin, provincia de Liaoning. El complejo incluye una refinería de 300.000 b/d y una planta de etileno de 1,65 millones de toneladas.
¿Qué pasa con el coche eléctrico?
China es uno de los países que más fuerte está apostando por el vehículo eléctrico. Sin embargo, la creciente clase media está en plena fase de adquisición de su primer coche… muchos de estos vehículos siguen siendo de combustión, por lo que se prevé que la demanda de combustibles fósiles siga al alza dentro de China. «A pesar de la rápida adopción de vehículos eléctricos, se espera que la demanda de combustibles para el transporte aumente aún más en un contexto de creciente propiedad de automóviles. Se espera que la fortaleza sostenida del consumo de combustible mantenga a las refinerías funcionando a tasas de utilización más altas, lo que contribuirá al aumento de las importaciones de petróleo crudo», explican desde Fitch.
Estos expertos creen que la demanda de petróleo crudo de China aumentará aún más hasta los 16,5 millones de b/d en 2024. China está produciendo alrededor de 4 millones de barriles diarios de crudo, por lo que tendrá que importar alrededor de 12 millones de barriles diarios para cubrir su toda esa demanda. Con todo, China podría superar en términos de capacidad de refino los 18 millones de barriles cada día.
Esta cifra así suelta no dice demasiado, pero si se echa un vistazo atrás se puede ver el espectacular boom de este sector dentro del ‘gigante asiático’, sobre todo cuando se compara con EEUU. En 2010, la capacidad de refino de China era de poco más de 12 millones de barriles, frente a los más de 18 millones que alcanzará este 2024 si se cumple el plan señalado. Por el contrario, EEUU tenía una capacidad de refino en 2010 de 17,7 millones de barriles. Hoy, esa capacidad es de 18 millones justos. En cuanto a la producción efectiva, la AIE prevé en su informe de enero un empate técnico entre China y EEUU en unos 15,6 millones de barriles diarios.
EEUU, y Occidente en general, han dejado de invertir en esta industria que ha sido clave para el desarrollo de la economía en las últimas décadas. Sin embargo, tanto los europeos como los estadounidenses siguen necesitando gasolina y diésel a diario. La diferencia es que ahora buena parte de esos derivados vendrán de fuera. La contaminación a nivel global se mantiene, pero los occidentales estarán enviando una parte de su renta disponible al exterior para seguir llenando los depósitos de sus vehículos.
Fuente: el economista es