La canción de la agrupación Rawayana y el rapero Akapellah trajo de vuelta un viejo debate: qué es ser veneco. Un término que muchos vinculan con lo negativo de la venezolanidad pero que, a partir del tema lanzado el 20 de octubre, tiene un nuevo significado para otros. Francisco Javier Pérez, secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española; la psicóloga Magdymar León, profesora de la maestría de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela;
el sociólogo Tomás Páez, presidente del Observatorio de la Diáspora Venezolana y el crítico cultural Jesús Torrivilla comparten sus opiniones sobre la resignificación de una palabra que tiene su origen en Colombia, en la década de los años 70
Todo comenzó con una canción. El lanzamiento de “Veneka” el 20 de octubre, tema que reunió a la agrupación Rawayana y el rapero Akapellah, reavivó una discusión que tenía tiempo olvidada: ¿qué significa ser veneco?
La canción, una changa que exalta los atributos –en su mayoría físicos– de las mujeres venezolanas, ha sido vista como un esfuerzo por resignificar una palabra que en años recientes ha sido utilizada para descalificar a los migrantes venezolanos en países como Colombia, Perú o Chile. Pero las posturas son opuestas. Para muchas personas aún sigue siendo un término ofensivo, un insulto que representa el lado negativo de la venezolanidad, generalmente asociado con la violencia; para otros, que se han dado a la tarea de reapropiarse del término y usarlo para responder a quienes lo usan en tono despectivo, representa la idiosincrasia del venezolano, más allá de lo positivo y lo negativo.
El término veneco no tiene un origen peyorativo. Todo lo contrario, fue una palabra que se popularizó en la década de los años 70, en Colombia, para referirse a colombianos que emigraban a Venezuela o a los hijos de colombianos que adoptaban costumbres venezolanas, incluso el acento. “Como suele pasar, el primer uso de la palabra transitó ámbitos humorístico-referenciales que no dejaban dudas sobre la intención de esta creación léxica para referir la condición de nacionales de Venezuela que vivían en Colombia o de colombianos que regresaban a su país después de haber vivido mucho tiempo en Venezuela; situación frecuente debido al éxodo de colombianos que huían de la lucha armada paramilitar o de la delincuencia de su país para buscar un mejor destino en un país de acogida franca como Venezuela”, explica Francisco Javier Pérez, secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
El uso despectivo del término surgió mucho después, con el éxodo masivo de venezolanos, producto de la crisis política, económica y social en Venezuela, que hoy alcanza la cifra de 8,9 millones en 90 países, de acuerdo con cifras del Observatorio de Diáspora Venezolana. Entre 2015 y 2017, el uso de veneco como descalificativo hacia los migrantes venezolanos se popularizó y comenzó a ser empleado, con el mismo tono, por políticos en algunos de los países de acogida, como es el caso del exvicepresidente de Colombia, Germán Vargas, quien, durante una entrega de viviendas sociales cerca de la frontera con Venezuela en 2017, dijo: “Por nada del mundo, esto no es para los ‘venecos”.
Fuente: el nacional