Informe de fiscal cuestiona la salud mental de Biden y sacude la política en EE.UU.

Las dudas sobre «limitaciones significativas» en su memoria y algunas actitudes en eventos públicos han puesto en duda su capacidad para cumplir sus funciones

El informe de un fiscal independiente que calificó al presidente de Estados Unidos Joe Biden, de 81 años, como «un agradable anciano con buenas intenciones y mala memoria», ha generado una tormenta política en Washington.

En su informe, que puso fin a un año de pesquisa, el fiscal especial, Robert Hur, del Departamento de Justicia, concluyó que Biden «retuvo y reveló intencionadamente materiales clasificados después de su vicepresidencia cuando era un ciudadano privado».

Entre las razones para eximirle de los cargos en el caso de los papeles clasificados, se citan «limitaciones significativas» en su memoria, trayendo a cuenta su entrevista con la Oficina del fiscal especial y conversaciones grabadas con su «escritor fantasma». «No recordaba, ni siquiera al cabo de varios años, cuándo murió su hijo Beau», detalló en el informe.

La precandidata republicana a la presidencia de EE.UU., Nikki Haley, aseguró que el mandatario «debería hacerse una prueba de aptitud mental inmediatamente».

«Profundamente inquietante»

Biden ha sido objeto de una investigación desde hace un año tras encontrarse con una decena de documentos del período en el que fue vicepresidente de Barack Obama (2009 y 2017) en su despacho privado en el Centro Penn Biden para la Diplomacia y el Compromiso Global, así como otros hallados en el garaje de su residencia de Wilmington, en Delaware.

La conclusión del informe provocó malestar, especialmente, entre los republicanos. «Los estadounidenses esperan igualdad de justicia ante la ley y están consternados de que el departamento de Justicia siga permitiendo que Joe Biden viva por encima de ella», indicó en un comunicado el presidente del Comité de Vigilancia y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes. , James Comer.

«Joe Biden retuvo intencionalmente documentos clasificados durante años en lugares no seguros y los revelados intencionalmente, pero no enfrenta consecuencias por sus acciones (…) Quedan preguntas importantes sobre hasta qué punto Joe Biden conserva materiales confidenciales relacionados con países específicos que involucran los esquemas de tráfico de influencias de su familia que generaron millones para los Biden”, aseguró.

El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y otros líderes republicanos calificaron el informe de «profundamente inquietante».

Por su parte, la precandidata republicana a la presidencia de EE.UU. Nikki Haley aseguró que Biden «debería hacerse una prueba de aptitud mental inmediatamente» y los resultados «deberían compartirse con el público».

Biden respondió

Biden ofreció una rueda de prensa para responder al informe, pero volvió a un metro la pata cuando se refirió a su homólogo egipcio, Abdulfatah al Sisi, como el «presidente de México», lo que generó una ola de memes.

«Tengo buenas intenciones, soy un hombre mayor y sé lo que hago. He sido presidente y he vuelto a poner a este país en pie. No necesito su recomendación», aseveró. «¿Cómo diablos se atreve a plantear eso? No necesito que nadie me recuerde cuándo falleció», dijo en referencia a la muerte de su hijo. «Francamente, cuando me hicieron la pregunta, pensé que no era asunto suyo», aseguró.

«La verdad es que asistí a una entrevista de cinco horas durante dos días sobre acontecimientos que se remontan a 40 años atrás. Al mismo tiempo, estaba manejando una crisis internacional», justificó el mandatario, que aludía al ataque de Hamás del 7 de octubre contra Israel.

«Lenguaje muy perjudicial»

También Richard Sauber, fiscal especial del presidente, y su abogado personal, Bob Bauer, contestaron al informe: «No creemos que el tratamiento que el informe da a la memoria del presidente Biden sea exacto o apropiado».

«El informe utiliza un lenguaje muy perjudicial para describir un hecho común entre los testigos: la falta de recuerdo de acontecimientos ocurridos hace años», aseveraron.

Biden es el presidente de mayor edad en la historia del país estadounidense. Frecuentemente, se ve envuelto en situaciones incómodas, se confunde en eventos públicos, lo que ha generado dudas entre la población sobre su capacidad para cumplir sus funciones.

Su rival, Donald Trump, de 77 años, también cuenta con una amplia lista de despistes y enfrenta 37 cargos federales por haber guardado, supuestamente, material clasificado en su residencia de Mar-a-Lago al término de su mandato presidencial, negándose a entregarlos. al FBI o al Departamento de Justicia durante más de un año.

Fuente: el universal