El régimen ha reiterado esta posición en un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores en el que recuerda la «asociación estratégica a toda prueba y a todo tiempo» acordada entre ambos países en septiembre pasado
El gobierno de Venezuela reafirmó este sábado su adhesión al principio de «una sola China», con el que reconoce únicamente la autoridad del Ejecutivo con base en Pekín —liderado desde 2013 por Xi Jinpin— sobre toda la nación asiática.
El gobierno venezolano ha reiterado esta posición en un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores en el que recuerda la «asociación estratégica a toda prueba y a todo tiempo» acordada entre ambos países en septiembre pasado, cuando el presidente Nicolás Maduro visitó China.
En esa oportunidad, ambos mandatarios firmaron acuerdos sobre 30 ítems —cuyos detalles se desconocen— que, según Caracas, revisten «importancia estratégica» para las relaciones bilaterales.
Además de ratificar «su firme adhesión al principio de una sola China», el país «rechaza categóricamente la intervención por parte de cualquier nación extranjera en los asuntos internos de los países».
A juicio de Caracas, cualquier acción que atente contra la integridad territorial «puede amenazar la paz y la estabilidad regional y mundial», por lo que insistió en condenar el injerencismo, sin mencionar a ningún país o gobierno directamente.
«Venezuela reitera su amistad con la hermana China, con el compromiso de profundizar las excelentes relaciones de cooperación y solidaridad que contribuyen a la consolidación de la comunidad del futuro compartido de la humanidad», concluye el escrito.
Esta declaración se produce luego de que el oficialista William Lai ganara las elecciones presidenciales de Taiwán, una apuesta por el soberanismo en este territorio, lo que augura un recrudecimiento mayor de las tensiones con China.
Taiwán —donde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil— se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya «reunificación» no ha descartado el uso de la fuerza.
Fuente: el nacional