Jokic, el gran líder de la NBA: «Ni con todo el equipo encima le paras»

El serbio marca registros históricos en los tres apartados estadísticos con más peso en la mejor liga del mundo

¿Quién es el mejor jugador del mundo? Es una duda habitual. Ronda las mentes pensantes de opinadores de toda clase y condición. Aunque en la NBA y desde hace un tiempo parece que la duda no es razonable. Es Nikola Jokic, MVP de las últimas finales, campeón y líder de los Denver Nuggets. Fundamentalmente porque nadie mete tanto, rebotes tanto y solo Tyrese Haliburton asiste tanto. Es el mejor en dos de los tres grandes aspectos individuales… y a solo seis pases del mejor en el tercero.

Jokic lleva 579 puntos anotados. Son más que Giannis Antetokounmpo y 14 más que Luka Doncic. Captura 255 rebotes, seis más que Anthony Davis y 29 más que Domantas Sabonis. Además, reparte 196 asistencias, seis menos que un Tyrese Haliburton que le sobrepasó tras un gran partido de cuartos en el NBA In-Season Tournament.Vuelve a entenderse su juego desde el plano de la fiabilidad. Eso sí, nunca antes había metido tan poco desde fuera (30,4% en triples) y tiros libres (78,1%), pero sí en tiros de campo (56,8%) y su capacidad de no perder balones. Sumó, por ejemplo, dos partidos con 30 puntos, triple doble y ninguna pérdida. Ningún jugador en los últimos 40 años lo había realizado. Jokic, en dos ocasiones.

En clave temporada los Nuggets siguen buscando más consistencia. En gran parte pasa por un Jamal Murray que encuentre regularidad física y se sume a los Jokic, Gordon, Porter o la segunda juventud de Reggie Jackson o DeAndre Jordan. Eso sí, todo gira sobre Jokic.

Lo saben todos. «Nunca vas a parar a Jokic con solo un jugador encima. Muchas veces, ni podrás con todo el equipo encima», explicó De’Aaron Fox, estrella de los Sacramento Kings y último equipo que batió a los campeones (117-123). «Lo que debes realizar es que los demás no puedan estar bien. Si lo haces podrás clavarles tu veneno a ese equipo», cerró el base. Jokic es el rey de la NBA… y pocos saben detenerle.

fuente: marca